Mi experiencia como becaria de la Fundación Japón


Carmen Albarrán Martín

Debo comenzar expresando mi profundo agradecimiento a la Fundación Japón por la excelente oportunidad académica y personal que me ha brindado. La principal motivación para solicitar el Programa de Lengua Japonesa para Especialistas en Campos Culturales y Académicos fue aumentar mi nivel de competencia en lengua japonesa al mismo tiempo que me ofrecía la posibilidad de tener acceso a múltiples recursos muy valiosos para mi investigación, ambas cosas esenciales para poder completar mis estudios de doctorado. La inmersión lingüística y cultural que proporcionaba este programa era fundamental y representaba la mejor oportunidad para cumplir mis expectativas como investigadora.
 
Ahora que acabo de completar mi estancia de dos meses en el Instituto de Lengua Japonesa de la Fundación Japón en Kansai (Osaka) puedo afirmar que ha sido una experiencia muy valiosa y fructífera a nivel académico. El programa está perfectamente organizado y estructurado por el equipo docente del centro para que todos los participantes puedan sacar el máximo provecho: cada día asistíamos a clases de gramática, vocabulario, conversación, lectura y escritura, todas ellas conducentes a mejorar nuestro manejo del japonés y a prepararnos para la presentación final en la que debíamos exponer los avances realizados en nuestra investigación durante los dos meses de duración del programa. A esto hay que sumar una serie de seminarios y actividades orientadas a facilitarnos recursos muy útiles tanto para el perfeccionamiento de la lengua japonesa como para nuestras actividades investigadoras, tales como páginas web sobre fonética japonesa, acceso a fondos bibliográficos especializados, utilización de bases de datos, etc. Todo estaba magníficamente dispuesto para que al mismo tiempo que mejorábamos en el uso de la lengua pudiésemos desarrollar de manera individualizada nuestros trabajos de investigación. Así, a través de este programa he tenido la oportunidad de reunirme con especialistas en mi área de conocimiento, recopilar materiales y realizar otras actividades de investigación que, de otro modo, serían muy difíciles de conseguir desde España, como el acceso a las diferentes bibliotecas de la Fundación Japón o recibir recomendaciones prácticas de otros investigadores y profesores.
 
  
 
El nivel de exigencia del programa es alto, pero también lo son los resultados. A través de esta experiencia de dos meses he logrado no sólo una mejora sustancial en mi nivel de japonés, sino también un grado más profundo de comprensión intercultural. Dado que estoy realizando un estudio sobre la comprensión de los aspectos sociolingüísticos de la lengua japonesa por parte de los estudiantes españoles y su aplicación práctica en el aula, todos los conocimientos adquiridos en Japón podré aplicarlos a mi trabajo de investigación con el objetivo de aportar mi granito de arena para mejorar la competencia comunicativa de los estudiantes de japonés en el sistema universitario español en un futuro próximo.
 
A nivel personal la experiencia también ha sido altamente enriquecedora. Además de las clases, el programa incluye actividades extracurriculares diseñadas para ayudar a los participantes a profundizar en su comprensión de la lengua, la cultura y la sociedad japonesas: asistimos a una jornada de intercambio con investigadores de la Universidad de Kobe, al teatro de marionetas tradicional y a clases de arreglo floral y caligrafía, entre otras cosas. En cuanto al aspecto humano, gracias a la diversidad geográfica y cultural que aportan los participantes de este y otros programas de la Fundación Japón con los que he convivido durante este tiempo, provenientes de todos los rincones del mundo, el programa realmente se convierte en una fuente ideal para el intercambio académico y cultural, así como para forjar amistades que perdurarán en el tiempo.
 
 
Por último, quiero expresar mi agradecimiento tanto a los profesores por estar siempre dispuestos a guiarnos y ayudarnos en nuestras tareas académicas como al personal del centro (desde la biblioteca, a la cafetería o la recepción) por ayudarnos durante nuestra estancia y hacer que todo funcionara a la perfección. Gracias a todos ellos he podido cumplir mis objetivos académicos y vivir una nueva y valiosa experiencia que nunca olvidaré.
 
En definitiva, el programa te brinda la oportunidad de profundizar en tu campo de especialidad, mejorar tu japonés, experimentar la vida en Japón y ampliar tus horizontes, por lo que animo y recomiendo a cualquier investigador especializado en temas sobre Japón que no dude en solicitarlo.