CICLO DAIEI

 Desde la Edad de Oro hasta los noventa (1943-1998)

Fundación Japón, en colaboración con Filmoteca Española, Filmoteca de Zaragoza, La Filmoteca - IVAC y Filmoteca de Catalunyapresenta el ciclo especial de cine DAIEI - Desde la Edad de Oro hasta los noventa (1943-1998). El ciclo DAIEI se propone resumir la historia de uno de los grandes estudios clásicos japoneses a través de una selección de más de veinte de las mejores películas de su catálogo. En esta selección se ha buscado mantener el equilibrio entre las obras más conocidas internacionalmente con aquellas que no han tenido tantas oportunidades de ser disfrutadas por el público español, incluyendo trabajos de Kenji Mizoguchi, Teinosuke Kinugasa, Daisuke Ito, Kon Ichikawa o Kiyoshi Kurosawa.

 

CINE DORÉ – FILMOTECA ESPAÑOLA 02.10.12 - 27.11.12

Calle de Santa Isabel, 3 – 28012 Madrid

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FILMOTECA DE ZARAGOZA 01.11.12 - 08.12.12

Plaza de San Carlos, 4 - 50001 Zaragoza

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LA FILMOTECA - IVAC 09.11.12 - 23.12.12

Plaza del Ayuntamiento, 17 - 46002 Valencia

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FILMOTECA DE CATALUNYA 01.12.12 - 09.01.12

Plaça Salvador Seguí, 1-9 - 08001 Barcelona

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Películas que se proyectarán en el ciclo

Muhomatsu no issho / The Rickshaw Man (Hiroshi Inagaki, 1943). 

Te o tsunagu kora / Children Hand in Hand (Hiroshi Inagaki, 1947).

Ôshô / The Chess Master (Daisuke Itô, 1948). 

Itsuwareru seisô / The Disguise (Kôzaburo Yoshimura, 1951). 

Ugetsu monotagari (Cuentos de la luna pálida, Kenji Mizoguchi, 1953).

Jigokumon (La puerta del infierno, Teinosuke Kinugasa, 1953). 

Chikamatsu monogatari (Los amantes crucificados, Kenji Mizoguchi 1954).

Yôkihi (La emperatriz Yang Kwei Fei, Kenji Mizoguchi,1955).

Man’in densha / Crammed Streetcar (Kon Ichikawa, 1957).

Enjô / Conflagration (Kon Ichikawa, 1958).

Benten kozô / Benten Boy (Daisuke Itô, 1958).

Nobi / Fires on the Plain (Kon Ichikawa, 1959).

Kagi / Odd Obsesion (Kon Ichikawa, 1959).

Kirare Yosaburô / Yosaburo (Daisuke Itô, 1960).

Akumyô / Notorious (Tokuzô Tanaka, 1961). 

Shitoyakana kedamono / Elegant Beast (Yuzô Kawashima, 1962).

Hakai / The Outcast (Kon Ichikawa, 1962).

Donkonjô monotagari, zeni no odori / The Money Dance (Kon Ichikawa, 1963).

Te o tsunagu kora / Children Hand in Hand (Susumu Hani, 1964).

Shabu gokudô / Shabu (Tatsuoki Hosono, 1996).

Ja no Michi / Serpent Path (Kiyoshi Kurosawa, 1997).

Kumo no hitomi / Eyes of the Spider (Kiyoshi Kurosawa, 1998).

 

 

CICLO DAIEI -  Desde la Edad de Oro hasta los noventa (1943-1998)

Daiei Motion Picture Company (Dai Nippon Eiga Kabushikigaisha) fundada en el año 1942 fue uno de los estudios que lideraron la industria cinematográfica japonesa durante su Edad de Oro en las décadas de los cincuenta y los sesenta, y, junto a Nikkatsu, Shintoho, Shochiku, Toei y Toho, controló el mercado audiovisual japonés durante décadas. Bajo la dirección de Masaichi Nagata, presidente de la compañía durante un largo periodo entre 1947 y 1971, Daiei obtuvo sus mayores éxitos aunque también pasó sus momentos más oscuros. Produjo cintas de género que llenaron las salas de cine, películas de ciencia-ficción como Gamera, la respuesta de Daiei al Godzilla de Toho, o cintas de espadachines como la saga legendario Zatoichi, que se encarnó en la figura de la súper-estrella Katsu Shintarô, o Nemuri Kyoshiro (Sleepy Eyes of Death) que tuvo un enorme éxito entre 1963 y 1969 con Raizo Ichikawa en su papel principal.

Aunque Nagata aparentase tener una preocupación exclusiva en los resultados comerciales de la compañía, también destacó por su capacidad para dar oportunidades y apoyo a los grandes talentos de la época, siendo un ejemplo paradigmático Kenji Mizoguchi, a quien no negó todos los medios disponibles para proyectos como Ugetsu monogatari (Cuentos de la Luna Pálida, 1953). Mizoguchi no fue el único beneficiado por la capacidad de Nagata para reconocer el talento y apoyarlo económicamente, en los siguientes años directores como Yasuzo Masumura y Kon Ichikawa, del que se han seleccionado varias películas para este ciclo, realizaron algunas de sus obras más valoradas bajo el paraguas de Daiei.

Daiei fue pionera en explotar las posibilidades comerciales que ofrecía el mercado internacional del cine, la intuición del presidente Nagata se vio refrendada gracias a la producción del clásico de Akira Kurosawa, Rashômon (1950) que con su León de Oro en Venecia se convirtió en la primera película japonesa de la historia en obtener un gran premio internacional. Rashômon supuso el inicio de una serie de obras maestras producidas por Daiei en la década de los cincuenta, películas como la antes citada Ugetsu monogatari (Cuentos de la Luna Pálida, 1953) y Sanshô dayû (El intendente Sansho, 1954) de Kenji Mizoguchi, o Jigokumon (Las puertas del infierno, 1953) de Teinosuke Kinugasa. En su mayoría dramas de época, uno de los géneros que más y mejor supo explotar la Daiei en sus años de oro gracias a talentos como el propio Kinugasa, el experimental Mizoguchi o el más clásico Daisuke Ito, del que se incluyen en este ciclo algunas de sus mejores películas, Benten kozô (Benten kozo, 1958) y Kirare Yosaburô (Yosaburo, 1960).

Jigokumon fue el buque insignia de otra de las apuestas de Nagata. El cine en color en Japón no funcionaba comercialmente, en parte al mal aprovechamiento de las novedades técnicas. Nagata vio en el cine en color el futuro de la industria por lo que dedico en exclusividad a varios técnicos del estudio en el aprendizaje de los nuevos sistemas que se estaban desarrollando en los EEUU. El producto de estos esfuerzos fue Jigokumon, con una de las fotografías a color más bellamente realizadas nunca fue la primera película japonesa en color en ser proyectada fuera del país. Sus avances técnicos y su indudable valor artístico, además del exotismo que tanto atraía al público occidental, propiciaron un nuevo gran éxito a la compañía, incluyendo la Palma de Oro en el Festival de Cannes y dos Premios de la Academia de los Estados Unidos.

El éxito de Daiei y de las grandes productoras comenzó a declinar con la llegada de la televisión. La rápida introducción del televisor en los hogares japoneses cambió la industria cinematográfica para siempre y obligó a las productoras a realizar un gran esfuerzo para sobrevivir en un mercado muy competido. El caso de Daiei fue especialmente difícil ya que este cambio radical coincidió con el arresto y posterior sentencia a prisión del presidente Nagata por malversación de los fondos de la compañía y por el uso de estos mismos en donaciones a varios políticos cercanos. En 1971 Daiei alcanzó un punto de no retorno y tuvo que declarar la bancarrota.

En 1974, la gran empresa editorial Tokuma Shoten, con su presidente Yasuyoshi Tokuma a la cabeza, tomó control de Daiei, restructurándola para su renacimiento con un perfil menos destacado dentro de la industria japonesa. La compañía produciría a partir de entonces un número muy inferior de películas. La reducción del número de producciones no evitó que muchos títulos atrajeran la atención de público y crítica. Entre sus éxitos se cuentan coproducciones internacionales como Mikan no taikyouku (El maestro de go, 1982) o el gran éxito de taquilla Shall We Dance (1996), películas yakuza excelentes como Ja no michi (Serpent’s Path, 1998) y Kumo no hitomi (Eyes of the Spider, 1998) de Kiyoshi Kurosawa, o Hanzaisha (Dead or Alive, 1999) de Takashi Miike. 

Tras la muerte de Yasuyoshi Tokuma en septiembre del 2000, Kadokawa tomó el control sobre la empresa, incluyendo unos archivos fílmicos con más de 1600 películas. Tras el cambio de propietario Daiei cambió de nombre, primero a Kadokawa-Daiei y, finalmente, a Kadokawa Pictures en 2004, cerrando de esta forma el largo y productivo periplo de los estudios Daiei, formando parte ya de la historia del cine japonés.