Eikoh Hosoe, Calvario de rosas #32, 1961. Colección Per Amor a l’Art © Eikoh Hosoe

Entre 1957 y 1972 se produjo en Japón una transformación radical en el lenguaje fotográfico de la mano de un grupo de fotógrafos que comenzó a desarrollar su trabajo durante la posguerra. Sus obras son el núcleo principal de esta exposición de Bombas Gens Centre d’Art. Se muestra una selección de piezas de la Colección Per Amor a l’Art, constituyéndose como la colección en manos privadas más importante de fotografía japonesa de esta época fuera de Japón.
 
Fechas: Del 22 de febrero de 2019 al 2 de febrero de 2020.
Lugar: Bombas Gens Centre d’Art (Av. de Burjassot, 54, 46009 València).
Organización: Fundació per Amor a l’Art-Bombas Gens Centre d’Art
Comisariado: Nuria Enguita y Vicent Todolí
Artistas: Toyoko Tokiwa, Ikkō Narahara, Shōmei Tōmatsu, Eikoh Hosoe, Akira Satō, Kikuji
Kawada, Hiroshi Hamaya, Takashi Hamaguchi, Nobuyoshi Araki, Yutaka Takanashi, Takuma
Nakahira, Daidō Moriyama, Tamiko Nishimura, Ishiuchi Miyako y Kōji Enokura.
Número de piezas expuestas: 481.
 
Más información en bombasgens.com
 
Sobre la exposición
Entre 1957 y 1972 se produjo en Japón una transformación radical en el lenguaje fotográfico de la mano de un grupo de fotógrafos que comenzó a desarrollar su trabajo durante la posguerra. Una renovación que tuvo lugar en paralelo a los grandes cambios económicos, culturales y psicosociales de este período, unos años marcados por enfrentamientos sociales, principalmente contra la herencia americana de la ocupación.
La exposición La mirada de las cosas. Fotografía japonesa en torno a Provoke reúne una selección de imágenes realizadas por Toyoko Tokiwa, Ikkō Narahara, Shōmei Tōmatsu, Eikoh Hosoe, Akira Satō, Kikuji Kawada, Hiroshi Hamaya, Takashi Hamaguchi, Nobuyoshi Araki, Yutaka Takanashi, Takuma Nakahira, Daidō Moriyama, Tamiko Nishimura, Ishiuchi Miyako y Kōji Enokura.
La exposición, comisariada por Nuria Enguita y Vicent Todolí, se acompaña de un catálogo coproducido con La Fábrica y que incluye textos de Miryam Sas y Akihito Yasumi. Todas las obras incluidas en esta muestra pertenecen a la Colección Per Amor a l’Art a excepción de las obras de Toyoko Tokiwa (Museum of Yokohoma Urban History) y la serie Noche sin fin de Ishiuchi Miyako (Colección INELCOM Arte Contemporáneo).

Puede afirmarse que la selección que se exhibe en esta muestra constituye la colección más importante de fotografía japonesa de esta época, en manos privadas, fuera de Japón.
 
Agencia VIVO
Toyoko Tokiwa participó en 1957 en la exposición The Eyes of Ten [Los ojos de diez] junto a los fotógrafos que formarían la agencia VIVO (1959-1961): Eikoh Hosoe, Shōmei Tōmatsu, Kikuji Kawada, Akira Satō, Ikkō Narahara y Akira Tanno. Este grupo de fotógrafos se inspiró en la agencia Magnum Photos con el objetivo común de forjar una fotografía crítica, en oposición a las convenciones establecidas, a la considerada fotografía directa y objetiva, planteando nuevos roles y maneras más subjetivas de entender el medio fotográfico. Lo real no era ya, para estos fotógrafos, una sucesión de lugares y momentos, sino que se constituía en un espacio abstracto y concreto abierto a la experimentación fotográfica como expresión subjetiva del artista.
 
Revista Provoke
Una nueva sacudida del lenguaje de la fotografía se produciría en 1968 con la revista Provoke. Fundada por Takuma Nakahira y Kōji Taki en 1968 junto a Takahiko Okada y Yutaka Takanashi (y la colaboración de Daidō Moriyama a partir del segundo número), se realizarían tres números hasta 1970. Esta publicación se caracterizó por un estilo muy marcado, conocido coloquialmente como are-bure-boke (grano, barrido, desenfoque). El objetivo era aportar nuevas perspectivas y reflexionar acerca de las relaciones entre lenguaje y fotografía, y entre arte y resistencia política, entendiendo la fotografía como un lenguaje alternativo.
Provoke se acercaba a la realidad considerando la fotografía como acto, en el que no solo están implicados mirada y pensamiento, sino todo el cuerpo. Hacer fotografías «prestando el cuerpo al mundo», en palabras de Taki; poner en movimiento el cuerpo para poder hacer una imagen que agarre el mundo; percibirlo como «evidencia», como existencia que nos afecta, intentando llegar a aquello que la razón y el lenguaje no pueden asir.
 
(Fuente: Fundació per Amor a l’Art-Bombas Gens Centre d’Art).